viernes, 30 de enero de 2009

La Mala Educación

.
La desgracia que supone quedarse sin trabajo puede verse agravada cuando las formas en que se hace no son las más adecuadas. Otra empresa más echaba el cierre en el Parque Tecnológico de Boecillo (Valladolid) y unas 300 personas perdían su empleo. A voz de pronto la noticia carece de interés pues los despidos masivos están a la orden del día y cuando no es una, es otra. Pero el caso de SITEL nos lleva a replantearnos la falta de sensibilidad y la deshumanización de las empresas que sólo ven números y precisan de las personas para incrementar su facturación, obviando su vertiente social.

Como un día cualquiera los empleados de SITEL acudían a su puesto de trabajo pero, al llegar a la puerta, se encontraron con una sorpresa. Aún no sabían que el “hasta mañana” de la jornada anterior iba a ser el último. Más que una crónica de una muerte anunciada podríamos definir el acontecimiento de repentino infarto que debió de dejar a sus directivos en estado de shock para comunicar de forma tan lamentable a sus trabajadores que su relación con la empresa había acabado. Pudieron entrar custodiados de dos en dos, acompañados de una pareja de seguratas, como si de delincuentes se tratase, para recoger sus pertenencias, mientras responsables de la empresa les vigilaban para que no se llevasen datos confidenciales de los clientes.

SITEL es una subcontrata de teleoperadores de ONO cuyo contrato, según su director de recursos humanos, “se prorrogaba de manera mensual” y añade que “éramos conscientes de que esto podía ocurrir en un momento determinado pero lo que no sabíamos era cuándo”. Respecto a la obligación legal de advertir a los trabajadores con quince días de antelación, el directivo aseguró que el convenio contempla la posibilidad de omitir el preaviso siempre que se remunere esa quincena, “algo que se va a cumplir”. Parece ser que los directivos de estas empresas entienden mucho de legalidad pero poco de dignidad. Algunos de los afectados manifestaban: “peor que si fuéramos delincuentes, nos han echado como a perros”. Los directivos de las empresas llevan en su sueldo enfrentarse a situaciones de este calado y una de las principales capacidades que se requieren para llegar a este tipo de puestos son las habilidades sociales. En este caso ha quedado claro que los gerentes de SITEL carecen de estas capacidades, no han sabido gestionar un conflicto, es más, han perdido sus modales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario