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...Hace unos días (4 de marzo de 2009) el diario “El Mundo” se hacía eco de un estudio, realizado por AGETT (Agencia de Grandes Empresas de Trabajo Temporal), que determinaba que el INEM (aunque debería de poner Servicios Públicos de Empleo de las diferentes Comunidades Autónomas que son las que tienen las competencias de Empleo; el INEM sólo se encarga de la gestión de las prestaciones por desempleo) sólo coloca al 2,1% de los contratados. Con datos cerrados, en enero de 2009, “del 1,1 millones de contrataciones, sólo 342.251 fueron a parar a demandantes activos de empleo y, de ellos, tan sólo 25.436 encontraron trabajo gracias a una oferta realizada previamente por una empresa al INEM. La mayoría de los colocados –769.479- lo hicieron al margen del servicio público”. Las responsabilidades políticas se reparten entre unos y otros pues, en mayor o menor medida, todos los grandes partidos políticos del país gobiernan alguna Comunidad Autónoma y, por consiguiente, tienen competencias en empleo, aunque en este caso no nos encontramos ante un problema de competencias sino, más bien, ante un problema de competitividad. Hasta que no asumamos la importancia de esta palabra en nuestro entramado socioeconómico no consolidaremos estructuras sólidas que nos permitan ser más fuertes ante etapas de crisis como la que esta
mos vivimos. Como hemos visto en artículos anteriores, el sistema capitalista se configura de forma cíclica alternando épocas de auge y épocas de crisis (leer: Capitalismo: Auge vs Crisis), lo cual nunca nos excluirá de períodos de recesión pero que tampoco nos exime de adquirir una postura contundente para ser más competitivos. El complejo sistema socioeconómico sobre el que nos sustentamos está configurado por muchas piezas que están interrelacionadas entre sí: empresas, trabajadores, Administraciones Públicas,...
...Según la OCDE la tasa de desempleo en la UE, en enero de 2009, fue del 7,6%, siendo en España del 14,8%, muy por delante de otros países como Alemania (7,3%), Francia (8,3%), Reino Unido (6,2) u Holanda (2,8%), por poner algunos ejemplos. La situación global para todos es la misma, pero ¿Por qué en España es tan virulento el desempleo? Parte a esta respuesta está en el estallido de la burbuja inmobiliaria pero otra parte está en nuestra in-competitividad. El concepto de competitividad se ha aplicado tradicionalmente a las empresas, donde se centran muchos esfuerzos, pero tenemos que ir más allá, empezar por la competitividad del individuo, aunque esto no es fácil y abarca ámbitos muy diversos. Las empresas son piezas claves en este ámbito pero no son las únicas. ¿Cómo es posible que nuestros Servicios Públicos de Empleo sólo sean capaces de intermediar en el 2,1% de las contrataciones? Entramos en un complicado debate que es la eficacia y eficiencia de nuestras Administraciones Públicas (Nacional, Autonómica y Local) y tal vez nos alejaríamos de tema a tratar. Pero lo que ha de quedar claro es que inyectar dinero y medios no lo es todo, hay que ser competitivos y rentabilizar los recursos de los que disponemos, si no el barco se hunde.
...Pero si nuestras Administraciones Públicas, en muchos casos, están a años luz de ser competitivas, los trabajadores y desempleados también deben hacer autocrítica. La sociedad ha cambiado y ya no valen los mecanismos tradicionales para buscar trabajo ¿De qué vale acudir a las oficinas del INEM? Por lógica probabilística tenemos más opciones de encontrar un empleo usando otros mecanismos, el 97,9% de los que firmaron un contrato de trabajo en enero de 2009 así lo hicieron. Hoy día las nuevas tecnologías abren un abanico inmenso de posibilidades ya no sólo para cruzar ofertas y demandas sino para explorar nuevos mercados y posibilidades. El problema es que muchos trabajadores no están preparados ni para buscar trabajo, entonces ¿Cómo van a ser competitivos en su puesto de trabajo?
...La formación y la cultura son la solución a nuestro problema y ellas nos permitirán ser competitivos. Las épocas de crecimiento desmesurado es lo que tienen, que nos relajamos, nos olvidamos de la voracidad con la que las cosas cambian y que, en cualquier momento, sin darnos cuenta, estamos anclados en un oscuro fondo que nos asfixia y no nos permite reaccionar. Son muchas las personas desempleadas que quedan fuera de los circuitos actuales y, es ahora, cuando deberían mover ficha. Hay que ser competitivos en todo, hasta en buscar trabajo si no los más avispados nos comen el terreno y eso es lo que nos está pasando a todas las escalas. Hay que asumir que como individuos tenemos mucho que hacer y decir y que es a partir de las personas con lo que se construyen empresas, planillas, Administraciones,... al fin y al cabo con lo que se hacen países. Algunos miembros de la UE hace años que han asumido este rol y la crisis les azota, sí, pero menos que a nosotros. Hagamos examen de conciencia, algo estaremos haciendo mal y no podemos quedarnos de brazos cruzados esperando a que otros nos resuelvan la papeleta, tenemos que ser todos y cada uno de nosotros los que tenemos que tomar una postura pro-activa hacia la competitividad, sea cual sea nuestro papel dentro la sociedad.
mos vivimos. Como hemos visto en artículos anteriores, el sistema capitalista se configura de forma cíclica alternando épocas de auge y épocas de crisis (leer: Capitalismo: Auge vs Crisis), lo cual nunca nos excluirá de períodos de recesión pero que tampoco nos exime de adquirir una postura contundente para ser más competitivos. El complejo sistema socioeconómico sobre el que nos sustentamos está configurado por muchas piezas que están interrelacionadas entre sí: empresas, trabajadores, Administraciones Públicas,......Según la OCDE la tasa de desempleo en la UE, en enero de 2009, fue del 7,6%, siendo en España del 14,8%, muy por delante de otros países como Alemania (7,3%), Francia (8,3%), Reino Unido (6,2) u Holanda (2,8%), por poner algunos ejemplos. La situación global para todos es la misma, pero ¿Por qué en España es tan virulento el desempleo? Parte a esta respuesta está en el estallido de la burbuja inmobiliaria pero otra parte está en nuestra in-competitividad. El concepto de competitividad se ha aplicado tradicionalmente a las empresas, donde se centran muchos esfuerzos, pero tenemos que ir más allá, empezar por la competitividad del individuo, aunque esto no es fácil y abarca ámbitos muy diversos. Las empresas son piezas claves en este ámbito pero no son las únicas. ¿Cómo es posible que nuestros Servicios Públicos de Empleo sólo sean capaces de intermediar en el 2,1% de las contrataciones? Entramos en un complicado debate que es la eficacia y eficiencia de nuestras Administraciones Públicas (Nacional, Autonómica y Local) y tal vez nos alejaríamos de tema a tratar. Pero lo que ha de quedar claro es que inyectar dinero y medios no lo es todo, hay que ser competitivos y rentabilizar los recursos de los que disponemos, si no el barco se hunde.
...Pero si nuestras Administraciones Públicas, en muchos casos, están a años luz de ser competitivas, los trabajadores y desempleados también deben hacer autocrítica. La sociedad ha cambiado y ya no valen los mecanismos tradicionales para buscar trabajo ¿De qué vale acudir a las oficinas del INEM? Por lógica probabilística tenemos más opciones de encontrar un empleo usando otros mecanismos, el 97,9% de los que firmaron un contrato de trabajo en enero de 2009 así lo hicieron. Hoy día las nuevas tecnologías abren un abanico inmenso de posibilidades ya no sólo para cruzar ofertas y demandas sino para explorar nuevos mercados y posibilidades. El problema es que muchos trabajadores no están preparados ni para buscar trabajo, entonces ¿Cómo van a ser competitivos en su puesto de trabajo?
...La formación y la cultura son la solución a nuestro problema y ellas nos permitirán ser competitivos. Las épocas de crecimiento desmesurado es lo que tienen, que nos relajamos, nos olvidamos de la voracidad con la que las cosas cambian y que, en cualquier momento, sin darnos cuenta, estamos anclados en un oscuro fondo que nos asfixia y no nos permite reaccionar. Son muchas las personas desempleadas que quedan fuera de los circuitos actuales y, es ahora, cuando deberían mover ficha. Hay que ser competitivos en todo, hasta en buscar trabajo si no los más avispados nos comen el terreno y eso es lo que nos está pasando a todas las escalas. Hay que asumir que como individuos tenemos mucho que hacer y decir y que es a partir de las personas con lo que se construyen empresas, planillas, Administraciones,... al fin y al cabo con lo que se hacen países. Algunos miembros de la UE hace años que han asumido este rol y la crisis les azota, sí, pero menos que a nosotros. Hagamos examen de conciencia, algo estaremos haciendo mal y no podemos quedarnos de brazos cruzados esperando a que otros nos resuelvan la papeleta, tenemos que ser todos y cada uno de nosotros los que tenemos que tomar una postura pro-activa hacia la competitividad, sea cual sea nuestro papel dentro la sociedad.
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